Literatura Siglo XX (teoría bach)


EL TEATRO ESPAÑOL DESDE 1940 A NUESTROS DÍAS

Al ser un género que se concibe para la representación pública, depende enormemente de las compañías teatrales, que por lo general se mueven como empresas y del gusto del público que es el que compesará a estas. Debemos distinguir el teatro que se hace en el exilio y el que se hace en España. 
a)      Entre los exiliados destacaremos que se trata de un teatro que afectado por la difícil nueva situación que :
Max Aub: Publica en 1942 San Juan. La obra plantea las vicisitudes de un contingente de emigrados judíos que huyen de los nazis en un barco, el “San Juan”, y que no logran ser recibidos en ningún puerto.)
Alejandro Casona: Estrena en Buenos Aires La dama del alba (1944), La barca sin pescador (1945), Los árboles mueren de pie (1949).

b)      Entre los que permanecen en España señalaremos:

AÑOS 40: A LA INNOVACIÓN POR EL HUMOR.
Destacan el teatro de humor, innovador, de Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. La obra más representativa de Mihura es Tres sombreros de copa estrenada en 1952, veinte años después de ser escrita. Por eso, cuando fue concebida supone un adelanto de lo que llegará a ser el llamado "Teatro del Absurdo" europeo, por lo surreal de las situaciones.   

AÑOS 50.-TEATRO EXISTENCIALISTA QUE DESEMBOCA EN POCO TIEMPO EN UN TEATRO DE DENUNCIA SOCIAL SOCIAL.
Algunos autores empiezan escribiendo obras que reflexionan amargamente sobre la condición humana y desembocan, ya en los 60 en un teatro que plantea claramente temas como a injusticia social, la explotación, la vida de la clase media y baja, la condición humana de los humillados, los marginados.
Destacan Alfonso Sastre: con Escuadrón hacia la muerte (1953) y la mordaza, (1954); o Lauro Olmo, con  La camisa (1962)  sobre la emigración.
Buero-Vallejo

  • ANTONIO BUERO VALLEJO. En todo el teatro de Buero se reiteran temas como la libertad, la justicia, la verdad, la soledad, la felicidad,…y los personajes con limitaciones físicas o al utilización de espacios con función simbólica., la falta de autenticidad.  En su obra se pueden distinguir tres etapas:
  1. Etapa existencial (reflexión sobre la condición humana): En Historia de una escalera, (1949) La obra refleja un mundo gris donde las frustraciones se repiten, no sólo por el peso del medio social sino también por la debilidad personal. En 1950 escribe En la ardiente oscuridad.
  2. Teatro social (denuncias de injusticias que atañen a la sociedad): Un soñador para un pueblo, El concierto de San Ovidio, 1962, denuncia la explotación de un grupo de ciegos en el París de los años previos a la Revolución francesa; El tragaluz, 1967, centrada en unos personajes marcados inexorablemente por la Guerra Civil.
  3. Etapa de innovaciones: Quizá la novedad técnica más llamativa es lo que se han denominado “efectos de inmersión”, efecto consiste en hacer sentir al espectador la situación de los personajes. De algún modo esta técnica ya empleaba en distinta medida en obras anteriores Una obra que representa este periodo sería La fundación (1974), en la que nos encontramos en un lujoso lugar que se va transformando ante los espectadores y resulta ser la celda de una prisión con cinco condenados a muerte. Su obra última fue Las trampas del azar (1994).
LA POLÉMICA DEL POSIBILISMO E IMPOSIBILISMO :  Entre los dramaturgos cuyas obras muestran su disconformidad con la realidad política española se abre un debate que enfrenta a los que están  dispuestos a atenuar su crítica o a mostrarla mediante indirectas. Aquellos otros que pretenden expresarse con libertad aun a riesgo de toparse con la censura y no ver sus dramas puestos en escena. En la época se identifican ambas posturas con los nombres de posibilismo e imposibilismo, y son sus más destacados representantes Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre respectivamente: 

AÑOS 60 Y 70.- RENOVACIÓN FORMAL
  • Dentro del teatro comercial, siguen triunfando las comedias de Mihura, Jaime Salom, Jaime de Armiñan, Ana Diosdado. Entre los nuevos sobresale por su éxito ANTONIO GALA: En 1963 estrena su primer comedia, Los verdes campos del Edén. Durante los años setenta goza del favor del público con obras como Las cítaras colgadas de los árboles, Por qué corres, Ulises.
  • La experimentación. Como ocurre con la narrativa y la poesía, los nuevos autores consideran acabado el realismo social y buscan nuevas propuestas que se caracterizan por su oposición estética a los “realistas”, aunque en bastantes ocasiones las obras tampoco están exentas de crítica social. Muchas de estas obras no encontraron facilidades para ser representados, o por problemas con la censura, o porque sus audacias formales no encontraron fácil eco en el público. Se habla de “teatro soterrado”, “teatro del silencio”, “Teatro ‘underground’, “teatro vanguardista”.
Quizá lo más peculiar es el teatro de FERNANDO ARRABAL. Imaginación, elementos surrealistas, lenguaje infantil, ruptura con la lógica son las características del primer conjunto de las obras de Arrabal: por ejemplo, “El triciclo” de 1953 o Picnic, estrenada un año antes. Exiliado en Francia desde 1955, sus obras (generalmente, estrenadas en Francia y publicadas en francés antes que en castellano) se encuadrarían dentro del llamado “teatro pánico” (del griego ‘pan’, todo) y pretenden ser un teatro total que exalta la libertad creadora. Sus obras: El laberinto, 1956; Oye, Patria, mi aflicción (1975), etc.
El teatro independiente :   En los últimos años del franquismo tiene notable importancia el fenómeno teatral del teatro independiente: a la muerte de Franco existían en España bastante más de cien grupos teatrales: "Els Joglars" (dirigido por Albert Boadella), "Els Comediants",Los Goliardos”, “Tábano” , “Fura dels Baus”... Estos grupos son  precisamente los que representan algunas de las obras de los dramaturgos del realismo social y de los autores de teatro experimental que no se encontraban lugar en los cauces convencionales del teatro convencional.

DESDE 1975
 Se han creado de instituciones teatrales que dependen de instancias oficiales, tanto del estado como de las comunidades autónomas. Así, en 1978 se creó el Centro Dramático Nacional y posteriormente El Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Francisco Nieva (dos veces Premio Nacional de Teatro, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, académico de la Lengua...) es probablemente el más importante de los dramaturgos experimentales de la segunda mitad de siglo. Aunque escribe obras de teatro desde los años cincuenta, no las ve representadas de forma regular hasta después de la muerte de Franco. Ligado al grupo literario de los ‘postistas’ de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, su teatro va a caminar por la senda de lo surrealista, lo onírico, lo fantástico y lo imaginativo. El propio dramaturgo ha subdividido su obra en “teatro de crónica y estampa”, “teatro de farsa y calamidad” y “teatro furioso”. Al primer grupo pertenecen obras de estética más realista. En Las obras del segundo grupo se da más importancia a lo irracional e imaginativo. Finalmente, el “teatro furioso” extremará los rasgos de libertad imaginativa y ruptura de todo corsé teatral preestablecido. Se trata de que se produzca de forma plena la liberación del subconsciente. Al “teatro furioso” pertenecerían obras como Pelo de tormenta, 1972; Nosferatu, 1975; Te quiero zorra, 1987; El baile de los ardientes, 1990 ...
Otros autores de esta época: Sanchís Sinisterra (1940): ¡Ay, Carmela! de 1986, José Luis Alonso de Santos: Bajarse al moro de 1985 o Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano. 

Alonso de Santos


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TEMA: EL GÉNERO LÍRICO

1.      1. Concepto de lírica
La lírica es uno de los géneros literarios. La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente a la lira, o a la poesía propia para el canto. Actualmente, se utiliza dicho concepto para definir uno de los tres principales géneros poéticos, que comprende las composiciones de carácter subjetivo.
Se caracteriza por la musicalidad y por la expresión de sentimientos de un emisor ficticio, o hablante lírico y, por ende, por la representación de su subjetividad.
Etimología: Sus orígenes son griegos: se trataba de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída, sino a ser recitada ante un público por un individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento de música, principalmente de la lira. Según la mitología griega, Apolo, dios de las artes, de la belleza y de la adivinación, tocaba hermosas canciones en este instrumento, expresando un mundo subjetivo pleno de emociones.
La lírica puede estar escrita en verso, es decir, en frase sujeta a ritmo o melodía, o en prosa poética. Un aspecto importante de la lírica es la expresión de sentimientos a través de figuras literarias o retóricas. La función poética del lenguaje –predominio de la forma del mensaje– queda así en evidencia cuando predominan en un texto estas figuras.
Según su forma, los poemas líricos se pueden dividir en : 1.1.- Populares, 1.2.- Cultos
1.1- Populares
Suelen ser de autor anónimo y se transmiten oralmente de generación en generación. La poesía popular está representada fundamentalmente por el Romancero y los villancicos.
1.2- Culto
Son poemas muy trabajados y de perfecta elaboración.

2.-características fundamentales:
 2.1.- Predominio de la FUNCIÓN POÉTICA del lenguaje: el texto llama la atención por sí mismo, por su original construcción, que lo distingue —como hemos dicho— del uso normal, para así dotarse de especial y nueva significación.
2.2.-CONNOTACIÓN, que es especialmente relevante: la palabra poética no se agota en un solo significado; no es, como en el lenguaje común, simple sustituto del objeto al que se refiere, sino que su significado se ve acompañado de distintas sugerencias y sentidos que sólo pueden apreciarse en su contexto.
2.3.-La PLURISIGNIFICACIÓN: Es lo mismo que la polisemia. El texto literario siempre admite más de una lectura.
2.4.-FICCIONALIDAD: Los mundos poéticos no son los reales, pero pueden ser posibles. Algunos autores hablan de imaginación, expresividad o de artificio como valores igualmente literarios. Aristóteles: Hay una diferencia entre poesía (=literatura) e Historia. La literatura es la narración de aquello que podría pasar y la Historia es a narración de aquello que ya ha pasado.

             3- Elementos que configuran el mundo lírico
3.1- Hablante o persona en el poema
Es la voz del texto poético, es decir, es quien habla en el poema. Hay que tener presente que esta es una voz ficticia, es decir, no es el poeta, sino la voz creada por él.
Puede tener diversas actitudes, es decir, el modo de captar y mostrar la realidad.
3.2- El tema o motivo
Es el asunto tratado en el texto poético (la vida, el amor, la muerte, etc.), es decir, la emoción particular del poeta frente a un objeto, que lo mueve a escribir una obra lírica.
 
3.3- Recursos estilísticos del texto poético
Las obras del género lírico emplean varios recursos para lograr un efecto de sentido y  musicalidad en el mensaje que construyen. Entre los que se destaca el ritmo entendido este como la disposición armoniosa de los sonidos y las pausas en el poema, las que generan una determinada cadencia (armonía).

        4- Géneros históricos: Principales tipos de poemas líricos:
Las formas históricas del género lírico corresponden a los tipos de poesía lírica que han sido desarrollados por las diferentes culturas, estilos y preferencias de los poetas a lo largo del tiempo. Algunas son:
4.1- Madrigal
Es una oda muy breve, ingeniosa y delicada de asunto amoroso; ej.: el madrigal de Gutierre de Cetina.  
4.2- La Elegía
Es un canto dolorido en que el autor deplora una desgracia privada o un desastre nacional, público. Ej.: "Coplas a la muerte de su padre", de jorge Manríquez;  "A las ruinas de Itálica", de Rodrigo Caro.
4.3- La Oda
Es un canto apasionado en que el hablante lírico expresa un sentimiento de exaltación, entusiasmo, adhesión y admiración.
4.4- El Epigrama
Es una composición brevísima en la cual el hablante expresa un sentimiento festivo, generalmente satírico y burlón,
4.5- Epístola
Es una carta en verso, destinada a elogiar, censurar, satirizar, enseñar, etc. Se escribe generalmente en tercetos o versos endecasílabos libres.

          5.- La poesía lírica en el siglo xx se caracteriza por dos elementos fundamentales:
5.1.- LIBERTAD CREADORA tanto en los temas tratados como en la forma del verso. En este último aspecto destacan el empleo del verso libre (sin rima ni medida) o la alteración de los esquemas métricos y las estrofas de la poesía tradicional y clásica.
Los dos factores anteriores no impiden que el mismo poeta en un mismo libro de poemas componga un soneto o unas redondillas según el esquema clásico.
5.2.- COTIDIANIZACIÓN DE LA POESÍA: en un doble aspecto:
-El LENGUAJE: se introduce en la poesía expresiones, giros y palabras de la lengua cotidiana. Podría decirse que se "prosifica", al menos en este sentido de lo cotidiano. Parece muchas veces que el poeta está "hablando" con el lector
-TEMAS: aparecen son de la vida cotidiana sobre todo en la ciudad: las calles, los cubos de basura, los objetos habituales que pueblan la ciudad

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TEMA: LA NARRATIVA DESDE 1940 HASTA LOS AÑOS 70

LA NARRATIVA DESDE 1940 HASTA LOS AÑOS 70

 I.-LA NOVELA DE LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA:
En 1939 muchos autores se han exiliado (Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel). Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en España y, en general, tratan con insistencia sobre el tema de la guerra.
Entre los poetas que permanecen en España (Torrente Ballester, Camilo. José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes) podemos encontrar dos tendencias nuevas: LA NOVELA EXISTENCIAL y EL TREMENDISMO.
1.-NOVELA EXISTENCIAL: Paralelamente a lo que ocurre en la poesía desarraigada, la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años.
1944: Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal): la trama recoge hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto.
1947, La sombra del ciprés es alargada, Miguel Delibes: novela impregnada de preocupaciones existencialistas, como la obsesión por la muerte y por la infelicidad.
2.- EL TREMENDISMO: algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana.
1944, La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, narra un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte narra su biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a muerte.

II.-DÉCADA DE LOS 50. EL REALISMO SOCIAL
A lo largo de los años 50, España empieza a salir del aislamiento y se incorpora a algunos organismos internacionales, en la órbita de EEUU. El incipiente desarrollo del turismo y la industria trae cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones de los campesinos hacia las ciudades, la difícil inserción de estas personas en los suburbios urbanos .Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como niños o adolescentes empiezan a manifestar actitudes críticas respecto al poder y a la división social entre vencedores y vencidos.
Para muchos, La colmena de Cela, novela que pone ya en práctica la técnica del contrapunto[1] y que fue publicada en 1951 en Buenos Aires para evitar la censura española, es un precedente de la novela social. En ella con más o menos realismo aparece reflejada la sociedad del momento (la de la inmediata posguerra).
Se observan dos grandes tendencias:
a) El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser individual (la soledad, la frustración...): Ana Maria Matute, Ignacio Aldecoa, (El fulgor y la sangre), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama, 1956; novela objetivista; crónica de un día de domingo de un grupo de jóvenes junto al río Jarama en la que el narrador actúa a modo de cámara cinematográfica sin entrar dentro de las cabezas de los personajes y sin opinar nunca) y Carmen Martín Gaite (Entre visillos).
b) Novela social (realismo social): se centra en los problemas de los grupos sociales. Jesús Fernández Santos (Los bravos), Juan García Hortelano ( Nuevas amistades)  o Armando López Salinas (La mina)
El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio público. Los contenidos testimoniales o críticos son más importantes.

III.-LA NOVELA DESDE 1962: ENTRE LA PREOCUPACIÓN SOCIAL Y EL EXPERIMENTALISMO
Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos y Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo.
Durante la década de los sesenta n se detecta un cierto agotamiento del realismo social y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación.
Autores como Luis Goytisolo o Juan Goytisolo constituyen la avanzadilla de las nuevas tendencias.
1. Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos (Proust, Kafka, Joyce), norteamericanos (Faulkner y Dos Passos) o latinoamericanos (Vargas Llosa, Cortázar, García Márquez…),
2. Las novelas pasan a ser más complejas y experimentales, quizás dirigidas a un lector con mejor preparación intelectual que en los años cincuenta.
3. Las novedades no afectan sólo al argumento o la estructura, también a la ortografía, ya que algunos autores suprimen los signos de puntuación, o los párrafos, y es frecuente que se mezclen los géneros.
4. Ya no se pretende sólo denunciar la situación social, sino que también se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento.




[1] Técnica que emplea Aldous Huxley, ya en 1928, en su novela Contrapunto


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TEMA: LA NARRATIVA DESDE LOS AÑOS 70 A NUESTROS DÍAS

La desaparición de la censura supuso la publicación de novelas españolas prohibidas en nuestro país y editadas en el extranjero, expurgadas o inéditas, la recuperación de la obra de los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países.
De modo que puede decirse que en las últimas décadas conviven:
a) Novelistas importantes de toda la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester sobre todo.
b) Novelistas de la "Generación del 50": Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, etc.
c) Novelistas de la generación del 75. En los setenta hay autores que siguen cultivando la novela experimental e intelectual que tiene su origen principal en Tiempo de silencio de Martín Santos. Suelen prestar más atención a la forma que al contenido, ya que el argumento llega a casi desaparecer. Abundan las historias fragmentadas y los monólogos interiores. Este tipo de novela está dirigido a un lector inteligente y culto, con formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores plantean. Es la llamada generación de 1975 o también generación del 1968 (mayo del 68): EDUARDO MENDOZA, Félix de Azúa, Juan José Millás, Vicente. Molina Foix, Soledad Puértolas, entre otros
                                     
EDUARDO MENDOZA (Barcelona 1943) publicó en 1975 La verdad sobre el caso Savolta, título que, en buena medida, puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Sin renunciar al empleo de técnicas experimentales, el autor ofrece en esta novela de corte policíaco un argumento que atrapa la atención del lector. En obras posteriores, Mendoza ha mostrado su excepcional capacidad paródica: Sin noticias de Gurb (1992), El laberinto de las aceitunas (1998) y El misterio de la cripta embrujada (1995) subvierten de forma irónica los tópicos de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra o policíaca y la novela de ciencia ficción. La ciudad de los prodigios (1986) recrea la evolución histórica y social de la ciudad de Barcelona en el período comprendido entre las exposiciones universales de 1888 y 1929, tomando como hilo conductor la progresión en la escala social del protagonista.

d) Nuevos escritores dados a conocer ya después del franquismo: Manuel Vicent, Julio Llamazares, JAVIER MARÍAS, Luis Mateo Díez, Rosa Montero, ANTONIO MUÑOZ MOLINA, Luis Landero etc
La obra de JAVIER MARÍAS (Madrid 1951)  Las novelas y cuentos de este autor se distinguen por la presencia de una serie de temas obsesivos, como el misterio de la identidad personal y la reflexión sobre el tiempo. Entre sus obras destacan Todas las almas (1989), Corazón tan blanco (1992) , Mañana en la batalla piensa en mí (1994), Negra espalda del tiempo (1998), juego entre la realidad y la ficción literaria, o en la trilogía Tu rostro mañana.

Por otra parte, no resulta fácil discernir en la nueva narrativa unas corrientes o escuelas definidas; sí es posible, no obstante, identificar ciertas tendencias temáticas. Las más relevantes son estas:
·         Novela policíaca y de intriga. Este subgénero resurge con especial fuerza. Entre sus cultivadores destacan Manuel Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho. A esta tendencia pertenecen también algunas novelas de Antonio Muñoz Molina (Úbeda 1956): El invierno en Lisboa, Beltenebros, o Plenilunio. Una de sus últimas obras, Sefarad ha sido definida por el autor como "novela de novelas" y supone la recuperación de historias de destierros y desarraigos acontecidos durante el siglo XX.
·         Novela histórica. Se pueden citar como ejemplos El oro de los sueños, de José María Merino; El hereje (1998), de Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas contextualizadas en épocas cercanas, especialmente en la Guerra Civil, como Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas; La voz dormida (2002), de Dulce Chacón, o los relatos breves que componen Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.
·         Novela de la reflexión íntima. Este tipo de narrativa se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Obras representativas de esta tendencia son Mortal y rosa (1975), de Francisco Umbral, sentida reflexión sobre la muerte escrita con brillante estilo, o El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, que combina la introspección psicológica con la reflexión literaria. En La lluvia amarilla (1988), Julio Llamazares narra el abandono de los pueblos a través de un largo y emocionado monólogo.
·         Novela de la memoria y del testimonio. La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con Te trataré como a una reina (1981), defensa de la condición femenina, y la producción novelística de Luis Mateo Díez.
·         Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.
·         Otras tendencias en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, Ray Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría en Sexo, prozac y dudas) o la de la llamada  Generación Nocilla o más corrientemente Afterpop a un conjunto de escritores españoles nacidos entre 1960 y 1976 que formaron una corriente literaria representada por Agustín Fernández Mallo


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TEMA: LA POESÍA LÍRICA DESDE 1970 A NUESTROS DÍAS

Los Novísimos (ver final tema anterior)

Según la crítica, las características de este grupo se pueden resumir así:
·         Preocupación máxima por el lenguaje y por el poema como creación autónoma.
·         Esteticismo, revalorizando lo lujoso, decadente, al mismo tiempo que lo lúdico.  Sus poemas a veces se presentan como literatura de la literatura: citas, referencias intertextuales (=inclusión de citas de otros autores).
·         La presencia de los mass media como referente cultural y fuente de mitos populares en los que inspirarse o a los que tergiversar. El cine enseña también una forma de mirar la realidad y de componer los poemas.
·         Uso frecuente de procedimientos experimentales: ruptura del verso, disposición gráfica no normal, supresión de signos de puntuación, collages con textos, refranes, recortes de anuncios, metapoesía (=poemas cuyo tema es la poesía),  la importancia de la ironía y el carácter rompedor. Admiten en lo poético una nueva imaginería que va desde Mickey Mouse hasta Humphrey Bogart. Para ellos no hay alta o baja cultura, sino simplemente conocimientos que se pueden usar en el poema.

Últimas generaciones poéticas

 Los autores anteriores abandonan la poesía  o evolucionan (Luis Alberto de Cuenca, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Antonio Colinas) y otros autores y corrientes aparecen:
·        Experimentalismo (Ullán): poemas vanguardistas, collages, poemas visuales...
·        En el Culturalismo y Clasicismo se  encuentran Colinas, L.A. de Cuenca, Siles, Villena (influencia del mundo clásico grecolatino. El poeta manifiesta un vasto dominio cultural, moldes estróficos clásicos: sonetos, endecasílabos).
·        Neobarroquismo (A. Carvajal)
·        Poética del silencio (José Ángel Valente)
         En línea surrealista se encuentra Blanca Andreu (ella es una de las primeras mujeres que entran con fuerza en el mundo de la poesía)     
         Realismo sucio.- Ya en los años 90, con poetas como Karmelo C Iribarren o Roger Wolfe (que reside en España desde los 3 años y escribe en nuestra lengua) Ellos recogen el testigo del realismo sucio norteamericano de autores como Bukowsky o Carver
·        Pero la corriente que va a representar las dos décadas finales del s. XX será la POESÍA DE LA EXPERIENCIA (también llamada "realista" o "figurativa" por el crítico García Martín ) es la que realizan Andrés Trapiello, Justo Navarro, Luisa Castro, Miguel D’Ors García Montero y FELIPE BENÍTEZ REYES. En nuestros días, es la más cultivada y la que más premios poéticos acapara. Se basa esta poesía en los recuerdos de la infancia o adolescencia, con unos temas y un lenguaje siempre apegados a la realidad. Frente al pop de los novísimos, que consideran demasiado trivial, vuelven sus ojos a la infancia, a los orígenes, porque el tiempo es un tema primordial en su poesía.  Cuidan el lenguaje, pero buscan un tono coloquial y tienen como referentes a los poetas de los 50. 
De estos últimos poetas, destacamos a Felipe Benítez Reyes, por ser de nuestra provincia (nació en Rota, en 1960) ganador de importantes premios poéticos (Luis Cernuda, Ojo Crítico, Fundación Loewe, Nacional de la Crítica en 1994; Nacional de Poesía en 1996). Sus obras más conocidas como poeta son  La mala compañía, Sombras particulares, Vidas improbables o Equipaje abierto.  Su último libro de poesía publicado es Las identidades (2012).








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TEMA: LA NOVELA HISPANOAMERICANA EN EL SIGLO XX



  Mientras que la poesía no había dejado de evolucionar en Hispanoamérica, la novela y el cuento permanecieron hasta los años cuarenta apegados a las formas decimonónicas. Sin embargo, a partir de entonces,  una fuerte renovación se originó en el género narrativo de estos países que impresionó al resto del mundo, muestra de lo cual puede ser la concesión del Nobel de Literatura al colombiano García Márquez.  Distinguiremos tres etapas:

         a. Pervivencia del realismo del XIX
Presenta problemas sociales y políticos representados en personajes característicos como el indio o el campesino explotado, la mujer de carácter fuerte y el terrateniente cruel. Las técnicas narrativas son tradicionales. Tres son los grupos fundamentales en los que podemos dividir esta narrativa:
           a.1.- La novela de la revolución (principalmente la mejicana):  La obra que abre camino a las demás es Los de abajo (1916) de Mariano Azuela
           a.2.- La novela indigenista donde los protagonistas pertenecen a etnias maltratadas (con dos focos importantes : Cuba y los países andinos): El ciclo lo inaugura Raza de bronce (1919) de Alcides Arguedas, aunque en este grupo podemos encontrar obras tan importantes como El mundo es ancho y ajeno(1941) de Ciro Alegría . Es en este tipo de novelas en el que encontramos los inicios de novelistas tan importantes como Alejo Carpentier.
 a.3.- La novela regionalista: Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad y los relatos se basan en la acción de la naturaleza sobre los hombres que la habitan: Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, La vorágine de José Eustasio Rivera, o Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes.

b. la renovación: realismo mágico:

   b.1.- Los pioneros: entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la  hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos cambios se deben a una nueva concepción  del mundo y de la vida consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diferentes países de Hispanoamérica. A estas novedades se añaden las influencias de  la narrativa europea y norteamericana del momento, tardíamente asimiladas, pese a que algunos escritores,  como el argentino Roberto Arlt o el venezolano Arturo Uslar-Pietri, las hicieron suyas desde pronto.Los  cambios principales fueron:

  • Se abandona el interés prioritario por los espacios rurales y naturales y la denuncia explícita de problemas sociales, y surgen temas nuevos en los que se integra lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo.
  • Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo irracional, dando lugar a lo que se ha denominado realismo mágico o lo real maravilloso.
  • Se adoptan las nuevas técnicas narrativas.
  • La crisis existencial del individuo. Son recurrentes los temas de la sexualidad, la muerte, la soledad y la incomunicación.  
  • El dictador: la primera irrupción narrativa de esta figura de la historia hispanoamericana se produjo con Tirano Banderas de Valle-Inclán. Con posterioridad ha sido retratado en El señor Presidente de Asturias,  El recurso del método de Carpentier, El otoño del patriarca de García Márquez, Yo, el supremo de Roa Bastos…
  • La historia de Hispanoamérica: la historia del continente ha sido pródiga en acontecimientos de sugerentes posibilidades narrativas. De esta manera han surgido numerosísimas novelas históricas de calidad excepcional:  Las lanzas coloradas de Arturo Uslar-Pietri;  El siglo de las luces de Carpentier;  La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa; incluso  Cien años de soledad puede integrase en este grupo.      
  •                             

El relato que marca el cambio de rumbo es El pozo (1939) de Juan Carlos Onetti. A esta obra seguirán otras en los años cuarenta: La invención de Morel de Bioy Casares; El reino de este mundo de Alejo Carpentier; El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias, y El túnel de Ernesto Sábato. Y  en los cincuenta: Los pasos perdidos de Carpentier; La vida breve de Juan Carlos Onetti;Pedro Páramo de  Juan Rulfo; La hojarasca de Gabriel García Márquez y La región más transparentede Carlos Fuentes.
   b.2. La novela de los sesenta: los años del boom. El realismo mágico: La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado como el boom de la novela hispanoamericana. Surgió ligado a un fenómeno extraliterario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior: el apoyo de las editoriales españolas, especialmente a partir del éxito de  La ciudad y los perros (1962) de Mario Vargas  Llosa.
Sin embargo, a lo anterior hay que añadir la  coincidencia en un corto espacio de tiempo de una sucesión de novelas (y novelistas) deslumbrantes: Sobre héroes y tumbas del argentino Ernesto Sábato; El  astillero del uruguayo Juan Carlos Onetti; La ciudad y los perros del peruano Vargas Llosa; La muerte de  Artemio Cruz del mexicano Carlos Fuentes; Rayuela del argentino Julio Cortázar; El siglo de las luces del  cubano Alejo Carpentier; Tres tristes tigres del cubano Guillermo Cabrera Infante; Bomarzo del argentino  Manuel Mujica Laínez; Paradiso del cubano José Lezama Lima; El obsceno pájaro de la noche del chileno  José Donoso. Y sobre todo,  el éxito sin precedentes de  Cien años de soledad (1967), del colombiano  Gabriel García Márquez, que fijó la atención de la crítica y el público internacionales en este grupo de  escritores y en algunos de sus antecesores.  
En cuanto a los temas, aunque no resulta sencillo sintetizarlos, destacan:

  • La crisis existencial del individuo. Son recurrentes los temas de la sexualidad, la muerte, la soledad y la incomunicación.  
  • El dictador: la primera irrupción narrativa de esta figura de la historia hispanoamericana se produjo con Tirano Banderas de Valle-Inclán. Con posterioridad ha sido retratado en El señor Presidente de Asturias,  El recurso del método de Carpentier, El otoño del patriarca de García Márquez, Yo, el supremo de Roa Bastos…
  • La historia de Hispanoamérica: la historia del continente ha sido pródiga en acontecimientos de sugerentes posibilidades narrativas. De esta manera han surgido numerosísimas novelas históricas de calidad excepcional:  Las lanzas coloradas de Arturo Uslar-Pietri;  El siglo de las luces de Carpentier; 
   c. La novela más reciente
La narrativa de estos años reduce la complejidad técnica iniciada en obras anteriores para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente, aunque esto no suponga un abandono total de la experimentación. Prevalece la narración realista que incluye, además, el habla coloquial, pero también se recurre al realismo mágico.
Nombres y títulos fundamentales de este período: El amor en los tiempos del cólera de García Márquez; Tres tristes tigres del cubano Guillermo Cabrera Infante; El beso de la mujer araña del argentino Manuel Puig; La mujer imaginaria del chileno Jorge Edwards; La casa de los espíritus de la chilena Isabel Allende; El cartero de Neruda del chileno Antonio Skármeta; Como agua para chocolate de la mexicana Laura Esquivel; Primavera con una esquina rota del uruguayo Mario Benedetti; Un mundo para Julius del peruano Alfredo Bryce Echenique.

 EL CUENTO HISPANOAMERICANO

Mención aparte merece este género narrativo ampliamente cultivado en Hispanoamérica desde los años cuarenta hasta la actualidad. Los narradores de los cuarenta y cincuenta han sido grandes cultivadores del cuento literario. 
Destaca la aportación extraordinaria de JORGE LUIS BORGES (Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph y El libro de arena dotadas de una original inteligencia). 
Asimismo, son importantes las narraciones de JUAN RULFO (El llano en llamas, en los que retrata la dureza de la vida rural mexicana en su primitivismo y su pobreza física y moral), los relatos de Alejo Carpentier(Guerra del tiempo, sobre la imposibilidad de definir y dividir el tiempo) y Juan Carlos Onetti (Tiempo de abrazar, Tan triste como ella y otros cuentos).
Por lo que respecta a los años sesenta hasta la actualidad, los relatos cortos de los narradores del boom hispanoamericano han pasado inadvertidos debido a la importancia de sus novelas, como es el caso de García Márquez (Relato de un náufrago, Doce cuentos peregrinos) o Vargas Llosa (Los jefes, Los cachorros).
Sin embargo, uno de los principales renovadores del género es JULIO CORTÁZAR, quien muestra en sus cuentos una realidad compleja (Bestiario, Las armas secretas, Historias de Cronopios y de Famas, en los que revela el absurdo de lo cotidiano con gran sentido del humor).
Mario Benedetti refleja en Montevideanos, La muerta y otras sorpresas  y Con y sin nostalgia  la vida diaria y las circunstancias políticas de su país desde una postura comprometida y cercana al lector gracias a la utilización de un lenguaje sencillo y coloquial.
Otros narradores importantes  son Augusto Monterroso, conocido por algunos  famosos microrrelatos, (La oveja negra y demás fábulas, Movimiento perpetuo); Isabel Allende (Los cuentos de Eva Luna); Antonio Skármeta (El entusiasmo, Tiro libre).

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TEMA: LA POESÍA LÍRICA DESDE 1940 A LOS AÑOS 70

DESPUÉS DE LA GUERRA(1939):

 La contienda nacional del 36 provocó la dispersión del grupo del 27, algunos porque se exiliaron, como fue el caso de Pedro Salinas, Jorge Guillén, Luis Cernuda y Rafael Alberti; otros como ocurrió con Federico García Lorca fue asesinado y, por último algunos como Dámaso AlonsoVicente Aleixandre y Gerardo Diego permanecieron en España. Esta dispersión da pie a diferente temática, así, mientras los que viven el exilio se centran en su experiencia como exiliados y los sentimientos que ello les provoca, la poesía aquí se desarrolló en torno a tres revistas: Escorial, Garcilaso y Espadaña.

·         Escorial reunió a los poetas de la generación del 36 (LUIS ROSALES, LEOPOLDO PANERO, DIONISIO RIDRUEJO Y LUIS FELIPE VIVANCO), que se decantaron por una poesía intimista de temas líricos tradicionales: el amor, la muerte, la tierra, el paisaje.

            Garcilaso Su director fue José García Nieto y sus autores son básicamente los mismos poetas de Escorial.

         La revista Espadaña (1944). Contra esta visión esteticista y de evasión , reaccionan una serie de escritores que reclaman una poesía con mayor contenido existencial, que refleje la desgarradora realidad española de la época


      Surgen así dos bloques estéticos en los años 40 Poesía esteticista que Dámaso Alonso denominó “poesía arraigada” que ofrece una visión positiva del mundo y una que llamó “poesía desarraigada”.  Fecha clave para estea segunda estética es el año 1944 en que se publica Hijos de la ira de Dámaso Alonso (“Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres”) y Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre, así como la creación de la citada revista Espadaña (1944). Obra importante es también Ángel fieramente humano de Blas de Otero (1950)
En este grupo destacan también: EUGENIO DE NORA, VICTORIANO CREMER, GABRIEL CELAYA, CARLOS BOUSOÑO, JOSÉ HIERRO.
Además de los dos polos señalados (poesía arraigada y poesía desarraigada), hay escritores que intentan enlazar con la generación del 27 (el grupo “Cántico” de Córdoba) y con el surrealismo: la revista “Postismo” –abreviatura de postsurrealismo- de Carlos Edmundo de Ory En la poesía surrealista el deseo se constituye en el motor del mundo. Los principales recursos estilísticos son metáforas encadenadas que tienen su base en el sueño, la alucinación y el subconsciente.

AÑOS 55-68 POESÍA SOCIAL (En la foto, Blas de Otero)
1ª Fase:
Hacia 1955 se consolida —en todos los géneros— el llamado «realismo social». De esa fecha eran dos libros de poemas que marcan un hito: Pido la paz y la palabra de BLAS DE OTERO y Cantos iberos de GABRIEL CELAYA. En ellos, ambos poetas superan su anterior etapa de angustia existencial, para situar los problemas humanos en un marco social. Su estela será seguida por muchos de los que antes se inscribían en la «poesía desarraigada»:
En cuanto a la temática, hay que destacar la gran proporción que alcanza el tema de España, más obsesivo aún que en los «noventayochistas» y con un enfoque distinto (más político). Dentro de la preocupación general por España y del propósito de un «realismo crítico», se sitúan temas concretos que resultan paralelos a los que vimos en la novela y en el teatro de la misma tendencia: la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo, el anhelo de libertad y de un mundo mejor.. No hará falta insistir sobre ello.
Estilísticamente se trata de una poesía que emplea un lenguaje claro de tono coloquial, pues va dirigida «a la mayoría».
Las tres figuras relevantes de este periodo son: José Hierro, Gabriel Celaya y Blas de Otero.

POESÍA SOCIAL 2ªFase (en la foto, Claudio Rodríguez)
A finales de los cincuenta apareció un grupo de poetas que, sin dejar los temas sociales, buscaba una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo colectivo a lo personal. Para ellos el poema es un instrumento que permite al ser humano –y, por tanto, al poeta—conocer el mundo, conocerse a sí mismo. Son poetas conocidos como la Promoción de los cincuenta: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, Francisco Brines, Claudio Rodríguez (1934)...

Se puede establecer un temática común a todos ellos:
# la reflexión sobre el paso del tiempo (el tiempo pasa y destruye; sólo la infancia y la adolescencia se verán como un paraíso perdido);
# el amor como cauce del erotismo y la amistad;
# la reflexión sobre la creación poética.
# En algunos poemas tratan asuntos de tema social y político, pero tratados con ironía, un cierto distanciamiento autocrítico y una mayor perfección estilística.
En el estilo es muy visible que el lenguaje conversacional, «hablado», es compatible con una exigente labor de depuración y de concentración de la palabra. Cada poeta se propone la búsqueda de un lenguaje personal, nuevo, más sólido. Sin embargo, no les tientan las experiencias vanguardistas. Frecuentemente recurren al empleo de la ironía

LOS AÑOS 70: LOS NOVÍSIMOS Y LOS CULTURALISTAS: (En la foto Luis Antonio de Villena)
Preocupación por la forma y el lenguaje; ruptura con la cultura tradicional e inspiración en el mundo del cine, el deporte, televisión, cómic, canciones, el jazz, incorporación de referencias muy cultas a obras y autores extranjeros (Se les llama los culturalistas; y también “los venecianos” por su gusto por ciudades como Venecia).

El nombre procede de una antología publicada en 1970 por el crítico José María Castellet con el título Nueve novísimos poetas españoles que incluía a: Pere Gimferrer (la principal figura), Guillermo Carnero, Félix de Azúa, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Mª Panero, Ana María Moix, Vicente Molina Foix y José Mª Álvarez.
Pero la poesía de este periodo no se limita a la de los nueve poetas de la antología de Castellet y al culturalismo se incorporan nuevos nombres que no aparecieron en la como Luis Alberto Cuenca, Antonio Colinas (con el libro Sepulcro en Tarquinia) y a Luis Antonio Villena.

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EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A 1939

A finales del siglo XIX. Los gustos del público, que veían en el teatro un entretenimiento agradable, impedían cualquier intento renovador del panorama teatral Las diferentes tendencias del teatro español anterior al 36 pueden agruparse en dos apartados: A) teatro comercial, que llenaba las salas y B) teatro de innovación, que en pocas ocasiones conseguía representar con éxito.

La actriz María Guerrero en una actuación de principios del siglo XX

A.- TEATRO COMERCIAL

A.-1: La comedia burguesa  (alta comedia y drama rural): destaca  Jacinto Benavente que propuso un teatro sin grandilocuencia. Su obra supone una crítica amable de los ideales burgueses. Así sucede en sus obras Lo cursi, Rosas de Otoño y Los intereses creados. Otras veces intenta el "drama rural" (Señora Ama, La Malquerida ) Benavente obtuvo una popularidad enorme y en 1922 se le concedió el Premio Nobel  
A.-2: El teatro poético y simbólico de espíritu modernista que utilizaba el verso como vehículo principal y gustaba de evadirse a situaciones legendarias del pasado nacional. Cabe destacar en este grupo a Francisco Villaespesa (1877-1936 ) con Doña María de Padilla, Abén Humeya y La leona de Castilla; a  Eduardo Marquina (1879-1946)con Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol. Los hermanos Manuel y Antonio Machado en obras escritas en colaboración como Julianillo Valcárcel, Juan de Mañara, Las adelfas o La Lola se va a los puertos, cabrían, aunque en una manera más personal, en este tipo de teatro.  
A.-3: El teatro cómico. Los tipos y ambientes castizos que habían sido la materia de los cuadros costumbristas del Romanticismo vuelven ahora a la escena de la mano de autores como:
-Los hermanos Álvarez Quintero, aunque no escribieron únicamente comedia, muchas de sus piezas son de naturaleza costumbrista, presentan en sus obras la imagen de una Andalucía superficial y tópica. Algunas de sus obras más celebradas son: El ojito derecho, El patio, Las de Caín, etc.
- Carlos Arniches (1866-1943). Por una parte produce sainetes de ambiente madrileño, y por otra parte escribe lo que él mismo denomina "tragedia grotesca", obras en las que se mezcla lo risible y lo conmovedor (La señorita de Trévelez).
- En este grupo debemos incluir al portuense Pedro Muñoz Seca, que inventó el género del “astracán”, de humor ingenioso basado frecuentemente en confusiones verbales, entre cuyas obras destaca por su éxito La venganza de don Mendo.

B.- TEATRO DE INNOVACIÓN 

Los intentos renovadores más serios vinieron de los hombres del 98 (Unamuno, Azorín y Valle Inclán en principio y en los años treinta de los poetas de la generación del 27, de García Lorca. Pocas obras pudieron ser representadas y, aquellos que lo hicieron, en la mayoría de los casos cosecharon un rotundo fracaso.

B.1. EL TEATRO DE LOS AUTORES DEL 98.-

Al margen de pretensiones comerciales, estos autores (Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Jacinto Grau, sobre todo) pretenden hacer un teatro que sirva como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales (en esta última faceta destaca Valle-Inclán).
Harán un teatro intelectual y complejo que enlazará con las tendencias filosóficas y teatrales más renovadoras del panorama occidental de la época. Técnicamente, intentarán romper definitivamente con las formas realistas de la representación, aspecto en el que destaca, sobre todos, Ramón del Valle-Inclán.

VALLE INCLÁN

Su producción es variada e incluye novelas, cuentos, poesía, teatro... En todos esos géneros que cultiva se observa una evolución paralela al cambio ideológico por el que pasa de un Modernismo elegante y nostálgico ( "Las sonatas"- entre 1902 y 1905 - ) a una literatura crítica, basada en una feroz distorsión de la realidad ( "El esperpento", a partir de 1920 ) Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos:
 a) EL MITO: La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Comedias bárbaras, Divinas palabras.
b) LA FARSA: Obras situadas en un espacio más 'ridículo', propio del siglo XVIII: jardines, rosas, cisnes: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza.
C) EL ESPERPENTO: Luces de Bohemia, (1920) y la trilogía “Martes de carnaval”(Los cuernos de don Friolera, 1921; Las galas del difunto, 1926; La hija del capitán, 1927).
EL ESPERPENTO es un intento de presentar la realidad española, pero dando no una visión natural y real, sino presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca. Lo define muy bien en la escena XII de Luces de Bohemia: (“Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”). El esperpento es un género heredero del Expresionismo europeo pues presenta una realidad deformada para que el espectador quede sorprendido y tome conciencia de la misma. El objetivo es parecido al mismo que perseguirá más tarde Bertolt Brecht con su técnica del "distanciamiento". Se presenta en el escenario un mundo insólito y sorprendente, para que el espectador lo relacione con su propia realidad cotidiana y se dé cuenta de lo que esta tiene también de insólito.
El TEATRO esperpento (aunque hay obras esperpénticas que no son teatro: el libro de poemas La pipa de Kif y las novelas Tirano Banderas y El ruedo ibérico) es un teatro de crítica en la órbita de los hombres del 98, a la que se incorpora Valle después de una época de literatura preciosista cargada de princesas, salones, aristocracia; sin embargo, cuando Valle-Inclán llega, la crítica noventayochista ya había cedido).
LUCES DE BOHEMIA inicia la estética del esperpento. La obra cuenta el recorrido (el último, porque al final muere) de Max Estrella y su compañero Latino de Hispalis por la noche madrileña (Una noche, desde el atardecer hasta el amanecer del día siguiente).
Max Estrella, después de haber sido desposeído de la posibilidad de hacer vivir malamente a su familia, después de haber sido encarcelado, abofeteado, perdido su dignidad al aceptar una arbitraria pensión, se muere arrimado al quicio de un a puerta y es traicionado y esquilmado por su lazarillo (le roba la cartera).
Bajo los personajes de ficción se esconden muchos personajes reales de la época; pero también hay alusiones a personajes históricos con su propio nombre: Unamuno, Alfonso XIII, Pastora Imperio, Antonio Maura, Joselito.

B.2.EL TEATRO  DEL 27

Aunque la mayor parte de la producción del 27 está constituido por poesía, varios componente de la generación se vieron tentados por el teatro. Son interesantes las obras escritas por Salinas ( El dictador), Rafael Alberti ( El adefesio y Noche de guerra en el museo del prado ), y Alejandro Casona ( La dama del alba y La sirena varada).

FEDERICO GARCÍA LORCA

La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques:
PRIMERAS PIEZAS TEATRALES. En 1920 estrena El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarció pronto con Mariana Pineda, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal. A estas dos obras se unen las farsas trágicas sobre amores desgraciados de La zapatera prodigiosa y El amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. En esta primera época también compone varias piezas breves de teatro de marionetas, al que dio al denominación de "Los tííteres de cachiporra"; en ellos desarrolla otro de los temas nucleares de su dramaturgia: el conflicto autoridad/libertad.
TEATRO VANGUARDISTA: las “comedias imposibles o misterios” como las llamó Lorca, que dio este nombre aquellas creadas bajo el influjo surrealista. La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. Así en El público (incompleta) Lorca defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad.
LA ETAPA DE PLENITUD: Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial con obras como Bodas de sangre (que ha contado este año con una versión cinematográfica de éxito), Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba.  En todas ellas el protagonismo corresponde a un personaje femenino temperamental y apasionado, cuya situación de marginación social queda de manifiesto.





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EL ÁRBOL DE LA CIENCIA. 

Esquema de todo el libro:
En lo que al espacio se refiere, la obra también cierra un círculo perfecto: 

1.Familia -2. Madrid - 3. La España rural

4.La azotea del tío Iturrioz

5.La España rural- 6.Madrid- 7.Familia 
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COMENTARIO 2º de El árbol de la ciencia


(...)
—Está bien; pero yo hablaba de un aprovechamiento práctico, inmediato. Yo en el
fondo estoy convencido de que la verdad en bloque es mala para la vida. Esa anomalía
de la naturaleza que se llama la vida necesita estar basada en el capricho, quizá en la
mentira.
—En eso estoy conforme —dijo Andrés—. La voluntad, el deseo de vivir, es tan
fuerte en el animal como en el hombre. En el hombre es mayor la comprensión. A más
comprender, corresponde menos desear. Esto es lógico, y además se comprueba en la
realidad. La apetencia por conocer se despierta en los individuos que aparecen al final
de una evolución, cuando el instinto de vivir languidece. El hombre, cuya necesidad es
conocer, es como la mariposa que rompe la crisálida para morir. El individuo sano,
vivo, fuerte, no ve las cosas como son, porque no le conviene. Está dentro de una
alucinación. Don Quijote, a quien Cervantes quiso dar un sentido negativo, es un
símbolo de la afirmación de la vida. Don Quijote vive más que todas las personas
cuerdas que le rodean, vive más y con más intensidad que los otros. El individuo o el
pueblo que quiere vivir se envuelve en nubes como los antiguos dioses cuando se
aparecían a los mortales. El instinto vital necesita de la ficción para afirmarse. La
ciencia entonces, el instinto de crítica, el instinto de averiguación, debe encontrar una
verdad: la cantidad de mentira que es necesaria para la vida. ¿Se ríe usted?
—Sí, me río, porque eso que tú expones con palabras del día, está dicho nada menos
que en la Biblia.
—¡Bah!
—Sí, en el Génesis. Tú habrás leído que en el centro del paraíso había dos árboles,
el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de la vida era
inmenso, frondoso, y, según algunos santos padres, daba la inmortalidad. El árbol de la
ciencia no se dice cómo era; probablemente sería mezquino y triste. ¿Y tú sabes lo que
le dijo Dios a Adán?
—No recuerdo; la verdad.
—Pues al tenerle a Adán delante, le dijo: Puedes comer todos los frutos del jardín;
pero cuidado con el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que tú
comas su fruto morirás de muerte. Y Dios, seguramente, añadió: Comed del árbol de la
vida, sed bestias, sed cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no
comáis del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a mejorar
que os destruirá. ¿No es un consejo admirable?
—Sí, es un consejo digno de un accionista del Banco —repuso Andrés.
—¡Cómo se ve el sentido práctico de esa granujería semítica! —dijo Iturrioz—.
¡Cómo olfatearon esos buenos judíos, con sus narices corvas, que el estado de
conciencia podía comprometer la vida!
—Claro, eran optimistas; griegos y semitas tenían el instinto fuerte de vivir (…)



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ANTOLOGÍA DE LA POESÍA DE ANTONIO MACHADO :

Para trabajar en clase. La he subido a sladeshare y este es el enlace




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LA POESÍA ESPAÑOLA ANTERIOR A 1939 (VER TAMBIÉN DIAPOSITIVAS EL BLOG)

Cuatro serían las corrientes poéticas que debemos analizar en este periodo:

1.- LA POESÍA MODERNISTA-NOVENTAYOCHISTA

 En la España de los últimos años del XIX y principios del XX, al principio, se llamó MODERNISTAS (al principio con desprecio) a todos los escritores que tenían impulsos estéticos y artísticos innovadores. También el término GENERACIÓN DEL 98 lo propuso Azorín para todos los escritores renovadores de estos años. Ha sido después cuando se ha reservado MODERNISTAS para quienes adoptaban una postura esteticista y decadentista de corte neorromántico y escapista; frente a los que escribían preocupados por “el problema de España” a quienes se reservó el nombre de GENERACIÓN DEL 98.
Aunque los estudiosos hoy se inclinan por no considerar a los autores de esta época en dos grupos antitéticos, lo cierto es que  la distinción de ambos movimientos sigue siendo utilizada, aunque no como corrientes cerradas y enfrentadas, sino como tendencias flexibles.

RASGOS
MODERNISMO
G. DEL 98
Espacios
Lugares exóticos o idealizados
Castilla como emblema de España
INSPIRACIÓN
TEMÁTICA
Lo inefable, lo sensitivo (lo sensual o lo melancólico)
La realidad contemporánea, el
pasado nacional
MOVIMIENTO
INSPIRADOR
El simbolismo francés y el
Romanticismo tardío de Bécquer
La literatura castellana tradicional
LÉXICO
De exclusividad poética
Patrimonial, terruñero
ESTILO
Musicalidad y sinestesias
Adjetivación sobria, oraciones
cortas
IDEOLOGÍAS INFLUYENTES
Decadentismo, Dandismo
Krausismo, Regeneracionismo

Entre los POETAS MODERNISTAS Y NOVENTAYOCHISTAS, destacan:
•·En Hispanoamérica: Rubén Darío (considerado fundador del movimiento con su libro Azul (1888), Y en España: Francisco Villaespesa, los hermanos Manuel y Antonio Machado (La época de Soledades, galerías y otros poemas. porque su obra posterior suele incluirse entre los noventayochistas), Valle-Inclán, y los primeros libros del novecentista Juan Ramón Jiménez.

ANTONIO MACHADO (1875-1939)

En su obra poética, se observa una evolución desde el modernismo de los primeros libros hacia una depuración formal en busca de la palabra sencilla y verdadera.
1) Etapa modernista Soledades y Soledades, galerías y otros poemas. Está dentro del Modernismo intimista (expresión de sus emociones). Es una poesía simbolista: la tarde, el camino, el río, un árbol son símbolos de realidades profundas, de estados de ánimo o de obsesiones íntimas.
2) Etapa noventayochista: Campos de Castilla es una reflexión sobre la realidad de España, sus tierras y sus gentes en la órbita del 98 Hay una actitud crítica que da testimonio del atraso e injusticias.
3) De inquietud filosófica: las preocupaciones y reflexiones filosóficas, abarcan estos poemas y otros textos en prosa. Está representada por Nuevas canciones (1924) y sus últimos poemas, que aparecen agrupados en diversos conjuntos poéticos: Los complementarios, y los Cancionero(s) apócrifo(s) de Abel Martín y de Juan de Mairena.

A. Machado (por una vez sin su habitual "torpe aliño indumentario")


2.- NOVECENTISMO o GENERACIÓN  del 14
Es el movimiento de la segunda década del siglo XX.  Lo significativo de la fecha 1914 -comienzo de la Primera Guerra Mundial y fecha de la aparición pública de la “Liga de Educación Política”, de la que forman parte intelectuales como Ortega, Manuel Azaña, Américo Castro, etc.- ha hecho que a los novecentistas se les suela denominar también con el nombre de “generación del 14”, cuyos rasgos estéticos más importantes son:
Racionalismo: se concede gran importancia al rigor intelectual y a la claridad expositiva y, por tanto, se rechaza lo sentimental y lo pasional y se prefiere lo clásico y las actitudes equilibradas y serenas.
Defensa del “arte puro”: El arte sólo debe proporcionar placer estético, sin ser vehículo de preocupaciones religiosas, o políticas. Ortega en “La deshumanización del arte” decía: “el poeta empieza donde el hombre acaba”
Aristocratismo intelectual. El arte y, en consecuencia, la literatura estará concebida para minorías selectas (para la “inmensa minoría”, en expresión de Juan Ramón Jiménez)

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958) (NOS INTERESAN AHORA SUS DOS PRIMERAS ETAPAS)

Premio Nobel en 1956, la poesía de Juan Ramón es, en palabras del propio poeta, una obra en marcha. Poeta muy prolífico, él mismo establecía en sus últimos años tres etapas en su producción;
·         ETAPA SENSITIVA (hasta 1916). marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo en la que predomina la minuciosidad de las sensaciones físicas (sonidos, olores, color): Arias tristes (1903), Jardines lejanos (1904), La Soledad Sonora (1911) Platero y yo (prosa poética, 1914) y Estío (1916), entre otros.
·         ÉPOCA INTELECTUAL (1916-1936): Etapa novecentista, expresión sin ropajes retóricos. Esta etapa se inicia con la creación, a lo largo de 1916, de Diario de un poeta recién casado que él mismo llamó “mi segundo primer libro” y que abre la poesía española a las innovaciones del verso libre y de imágenes nuevas.
·         ETAPA ÚLTIMA o VERDADERA (1937-1958) que abarca su americano. Su ansia por la trascendencia lo lleva a identificarse con Dios en un raro panteísmo. Animal de fondo (1949), En el otro costado (1936-42) y Dios deseado y deseante (1948-49).

J.R.Jiménez y Zenobia Camprubí, su culta y brillante esposa.

3.- EL VANGUARDISMO.

-  VANGUARDISMO ESPAÑOL (1910- 1920)  Es un movimiento efímero cuyo máximo representante y creador es Ramón Gómez de la Serna y en el que se produce una ruptura con toda la literatura anterior. Abarca todas las tendencias que engloba el término de ISMOS. En España destacaremos cuatro:
    -El futurismo  canta la belleza de la velocidad y las máquinas
    -El ultraísmo se define por el deseo de escandalizar y  por la libre asociación de imágenes (Guillermo de Torre, Gerardo Diego)
     -El creacionismo que busca un lenguaje poético que se baste a sí mismo (Huidobro, Gerardo Diego y Juan Larrea.
     -El surrealismo piensa que hay que alumbrar la realidad que subyace bajo la razón. Entró en España con fuerza dando lugar a obras muy interesantes de la generación del 27 ( Alberti , Lorca y Aleixandre) que después mencionaremos.
 Por otra parte, hay que reseñar la importancia que desempeñó para el vanguardismo español la obra teórica de Ortega y Gasset, con libros como La rebelión de las masas y revistas como Revista de Occidente.
Gómez de la Serna en uno de sus habituales "Happenings" (aunque entonces no se llamaban así, claro).

4.-GENERACIÓN DEL 27

Generación está constituida por un grueso grupo de diez poetas que tienen en común la admiración por Góngora y la creación de una poesía que mezcla lo intelectual con lo sentimental, consiguiendo un perfecto equilibrio. Estos autores consiguen enfrentar la pureza estética con la autenticidad humana, lo minoritario con lo mayoritario, lo universal con lo español, etc., todo ello asentado sobre una gran renovación métrica caracterizada por la importancia que se le da al ritmo y a los recursos métricos tradicionales. Entre los integrantes del grupo (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre).


Una  de las características distintivas del grupo es la tendencia al equilibrio entre extremos opuestos:
a.- Entre lo intelectual y lo sentimental.
b.- Entre una concepción casi mística de la poesía y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema
c.- Entre la pureza estética y la autenticidad humana
d.- Entre lo minoritario y la inmensa mayoría. Sus poemas alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular.
e.- Entre lo universal y lo español, que desemboca en la oposición entre tradición y renovación. Comparten el gusto por las innovaciones vanguardistas con la admiración hacia los autores clásicos.

Evolución o etapas del grupo del 27.

Según Dámaso Alonso y Luis Cernuda, se diferencian tres etapas:
1.-  Hasta l927. Tanteos iniciales con notoria presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo e influjos vanguardistas. Juan Ramón les conduce hacia una poesía pura (metáfora), que origina un arte deshumanizado contrarrestado con una poesía popular (Marinero en tierra, de Alberti o Libro de poemas, de Lorca, o El romancero de la novia  de Gerardo Diego.
2.- Desde 1927 hasta la Guerra Civil. En 1927 se marca la cima y el descenso de los ideales estéticos: la primera con poemas de corte gongorino (1927 da nombre a la generación tras el homenaje a Góngora que sus miembros hicieron ese año en el Ateneo de Sevilla). El futurismo y otras vanguardias. Es una época también de poesía humana y apasionada. Se introducen acentos sociales y políticos. Destacan libros como los mencionados surrealistas: Sobre los ángeles (Alberti), Poeta en Nueva York (Lorca) y Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido (Cernuda).
Foto oficial del Homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla


3.- Época de la posguerra.  Su análisis no corresponde a este periodo. Baste decir que tras la Guerra civil y la muerte de Lorca, gran parte del grupo se exilia (quedan en España Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego),y  cada uno sigue un rumbo poético sin abandonar los caminos de la poesía humana. Se aprecia una poesía con carácter testimonial, mostrando la nostalgia por la patria perdida y el desarraigo. La concesión en l977 del Premio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre es la confirmación de la plenitud poética del un grupo.

ALGUNOS POETAS DEL 27:

FEDERICO GARCÍA LORCA (1898 -1936). Además de poeta, se dedicó a la música y a la pintura. Cultivó con igual éxito la poesía y el teatro. Es uno de los autores fundamentales de nuestra historia literaria. Murió fusilado al empezar la guerra. Su obra poética presenta las siguientes etapas:

PRIMERA ETAPA: Libro de poemas (evocaciones de la infancia como paraíso perdido), Canciones y Poema del cante jondo se encuadran dentro de la poesía neopopular (romances, canciones, estructuras paralelísticas), con influencias también del modernismo (versos dodecasílabos y alejandrinos...). Romancero Gitano, obra dominada por el destino trágico, pero también una visión mítica de la vida humana. Destacan las metáforas y adjetivación sensoriales.
SEGUNDA ETAPA: Poeta en Nueva York refleja con técnica surrealista la experiencia de su viaje a Nueva York en 1929: imágenes irracionales, enumeraciones caóticas..., crítica a la deshumanización de las grandes aglomeraciones urbanas. "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" es una elegía de más de doscientos versos dedicada al torero muerto en la plaza. Otras obras son Diván del Tamarit (poemas en
moldes de la poesía árabe clásica llamados gacelas y casidas) y "Sonetos el amor oscuro" (ímpetu ciego del amor; está presente no sólo el amor de los sentimientos y del corazón, sino el amor de la carne).

LUIS CERNUDA (1902-1963). En Placeres prohibidos (1931) se nota el influjo del surrealismo en las imágenes oníricas;  expresa sus problemas íntimos, derivados de su condición de homosexual. Donde habite el olvido (1934) (expresión tomada de un verso de BÉCQUER)  presenta una poesía intimista, austera, con escasa adjetivación y en busca de la naturalidad; expresa su desolación. 

En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: La realidad y el deseo, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno. Esta obra fue objeto de varias ediciones,  en las que irá incorporando su producción posterior hasta  Desolación de la quimera.

RAFAEL ALBERTI (1902-1999). Desde un punto de vista cronológico, en la poesía de Alberti, se aprecian las siguientes etapas: 

a) Comienzos neopopularistas: En Marinero en tierra, recuerda el paraíso perdido de su infancia en El Puerto. Formalmente está inspirado en la poesía tradicional: estructuras paralelísticas, estribillos, anáforas, repeticiones, octosílabos, a veces mezclados con versos más cortos.
b) Gongorismo y vanguardia. En Cal y canto trata temas del mundo moderno: un billete de tranvía, un portero de fútbol. El lenguaje es muy elaborado y los poemas resultan difíciles.
c) Surrealismo. En Sobre los ángeles, reflejo de una crisis personal experimentada hacia 1929, el poeta expulsado del Paraíso, vaga sin esperanzas por un mundo sin sentido, acosado por “ángeles malos o buenos” que representan sus obsesiones. La versificación es variada.
d) Poesía comprometida. Durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social (Poeta en la calle).
e) En su exilio, se mantiene viva la preocupación social, también  está presente en muchos de sus poemas la nostalgia (Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná).

VICENTE ALEIXANDRE (1898 1984). Hasta los años treinta se mueve en la órbita vanguardista: poesía pura, surrealismo. A partir de invocaciones (1934), sus versos tienden hacia la meditación, a la sobriedad, y buscan la naturalidad expresiva. Distinguiremos en su obra tres etapas:

Poesía anterior a la Guerra Civil:
Formalmente, utiliza el verso libre y es una etapa está muy influenciada por surrealismo. Dos títulos fundamentales: Espadas como labios y La destrucción o el amor. En Espadas como labios el tema central es el amor como fuerza destructora. Los versos de La destrucción o el amor presentan continuidad con los del libro anterior. Expresa con un tono frecuentemente pesimista el ansia del poeta de fusión con la naturaleza.
Poesía de las Primeras épocas de posguerra:
Sombra del Paraíso, (1944), Historia del corazón (1954) supone una rehumanización de su poesía. y Poesía última: Poemas de consumación (1968), predomina la reflexión y la meditación.

PEDRO SALINAS (1891-1951). Inicialmente cultivó una poesía influida por el futurismo. En su época de plenitud el tema central de su poesía es el AMOR: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento (Títulos tomados de un verso de la Égloga III de Garcilaso, de la literatura medieval y dela Rima XV de Bécquer, respectivamente). En el exilio, su poesía adquiere unos tintes más dramáticos (como por ejemplo el poema "Cero" sobre la bomba atómica), salvo su último libro, Confianza (1955), que es recuerdo gozoso de la existencia vivida.


 GUILLÉN (1893-1984). Es el máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras mayores son Cántico y Clamor. Cántico tiene como tema el entusiasmo ante el mundo /la exaltación de la vida. Clamor da testimonio del dolor y del mal.
 Utiliza un lenguaje muy concentrado. Prefiere las oraciones breves, el estilo nominal, los infinitivos, monosílabos y las exclamaciones. Utiliza estrofas tradicionales basadas en versos breves.

GERARDO DIEGO (1896-1987) Sus obras suelen clasificarse en dos grupos: a) Poesía de creación. También denominada "absoluta", de carácter vanguardista: son los años del "ultraísmo" y del "creacionismo" (verso libre, imágenes inesperadas, poema como objeto visual). Libros como Imagen y Manual de espumas. b) Poesía de expresión o poesía tradicional. Llamada también poesía "relativa", enlaza con la lírica tradicional e incluye obras como El romancero de la novia (1918) Versos humanos (1925) y Alondra de verdad (1941); la métrica que utiliza es la clásica: romances, sonetos, décimas...

DÁMASO ALONSO (1898-1991) Está considerado como el principal crítico de la Generación del 27. Sus estudios de Estilística son muy apreciados, pero su obra más importante, Hijos de la ira (1944), pertenece a la poesía posterior al 39.



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LA NOVELA ANTERIOR A 1939:

                                                       Solana:"La tertulia del café Pombo"

Tres son los periodos estéticos en los que convencionalmente dividimos la narrativa, que abarca aproximadamente el comienzo del s XX hasta el fin de la Guerra Civil española:

I: LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98 Y DEL MODERNISMO

1902 es el año en que se publican en España cuatro novelas que rompen con la estética realista vigente hasta entonces: La Voluntad de Azorín; Amor y pedagogía de Unamuno;  Camino de perfección de Baroja y Sonata de Otoño Valle-Inclán.
Las tres primeras tienen en común los rasgos siguientes:

1.- Denuncia de los males de España: fundamentalmente la ignorancia
2.- Pesimismo ante la situación histórica (el desastre colonial de 1898) y ante el desmoronamiento de los valores sociales y espirituales.
3.- Influencia de la filosofía: los planteamientos vitalistas claramente pre-existencialistas de Kierkegaard, Nietzsche y Schopenhauer (el escepticismo, la vida como algo absurdo y carente de sentido) [1]
4.- Castilla como símbolo de España
La de Valle-Inclán rompe igualmente con el Realismo que triunfaba, pero lo hace en un tono decadentista
de elitismo aristocrático.
 A partir de este año, la narrativa española se inunda de subjetivismo o antirrealismo porque no va a  perseguir ya la reproducción exacta de la realidad, sino la expresión del interior de los personajes. La novela se convertirá, además, en un género multiforme, en el que tienen cabida también la reflexión filosófica, el ensayo, el lirismo... (Azorín habla de ‘novela permeable’). El estilo tenderá a la técnica impresionista, con oraciones más cortas que las parrafadas de los novelistas del realismo y seleccionando breves toques descriptivos muy significativos.

PÍO BAROJA

Sus novelas se caracterizan por los siguientes rasgos:
1.- Novelas centradas en un personaje -activo y dominador o pasivo y sin voluntad
2- Acción y diálogos abundantes
3- Marcada presencia del narrador a través de comentarios y reflexiones
4-Descripciones impresionistas a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y psicológicos
5- Cierto desaliño expresivo (exagerado por los críticos).
Su producción narrativa: se suele  organizar en grupos de tres novelas (trilogías) que siguen un tema común. En estos relatos el autor parte de una observación de la realidad en muy variadas manifestaciones:
Primera etapa (1900-1912) Trilogías:1.- La lucha por la vida (La busca. Mala Hierba. Aurora roja); 2.- La tierra vasca (- La casa de Aizgorri. - El mayorazgo de Labraz. - Zalacaín el aventurero). 3.- La raza: (- La dama errante. - La ciudad de la niebla. - El árbol de la ciencia); 4.- El mar: (Las inquietudes de Shanti Andía-El laberinto de las sirenas- Los pilotos de altura.-)
Segunda etapa (1913-1936): (Memorias de un hombre de acción) serie de novelas sobre un personaje llamado Avinareta .
-Tercera etapa (1939-1956): Desde la última vuelta del camino (memorias).

UNAMUNO

Unamuno acuñó el término "nivolas"; Unamuno se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la propia conciencia. Para ello interviene en el relato, dialoga con sus personajes, los convierte en símbolos, interpela al lector...
NOVELAS MÁS IMPORTANTES: En 1914 publica Unamuno la que, sin duda, es su mejor novela: Niebla. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del conocido juego vida-literatura: Augusto Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción.
Unamuno también se sintió atraído por el tema de la lucha entre hermanos, por la historia bíblica de Caín y Abel. Este motivo fratricida sirve de base a su novela Abel Sánchez (1917)
Tras La tía Tula (1921), Unamuno publica San Manuel Bueno, mártir (1930)., que cuenta la historia de un cura de pueblo que ha perdido la fe, pero que aparenta tenrla para que sus feligreses mantengan intactas sus creencias religiosas.

VALLE INCLÁN

Dos estilos definen la obra de Valle: modernismo y esperpento.
Los años iniciales están marcados por la tendencia neorromántica que mencionamos arriba, dentro de la corriente  modernista y representados por las cuatro "Sonatas", subtituladas “Memorias del Marqués de Bradomín”: Sonata de otoño (1902), Sonata de Estío (1903), Sonata de Primavera (1904) y Sonata de invierno (1905); supuestas memorias del Marqués de Bradomín, una especie de donjuán, "feo, católico y sentimental". De esta primera época también es la trilogía de “La guerra carlista” (1908/1909), que narran episodios de la última guerra carlista de España.
Entre las obras marcadas por el esperpento destaca la que sin duda, es una de las mejores novelas de la primera mitad del siglo XX, Tirano Banderas (1926). Por último las tres novelas del "Ruedo ibérico" (1927-1932) reflejan la historia y vida de nuestro país desde el reinado de Isabel II hasta el desastre del 98.

AZORÍN

En las novelas de Azorín (José Martínez Ruiz) la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo y captan la impresión del instante. Ejemplo de novela impresionista son La voluntad, Antonio Azorín, Confesiones de un pequeño filósofo Más tarde escribe  Don Juan (1922) y Doña Inés (1925), en las que se describe minuciosamente el ambiente y la sensibilidad de los personajes.

II: NOVELA NOVECENTISTA O DE LA GENERACIÓN DEL 14

Destacaremos a los escritores que introducen novedades importantes en el tratamiento de las novelas. Y entre ellos los principales serán Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró. Gran influencia tendrá la figura de Ramón Gómez de la Serna, pero más en el terreno de la poesía. Todos estos autores suponen una superación de los patrones o esquemas narrativos anteriores.

·         GABRIEL MIRÓ. Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921), y El obispo leproso (1926). Transcurren en Oleza (trasunto de Orihuela), representación de un mundo nebuloso, casi desaparecido, que el autor pretende rescatar. Las cerezas del cementerio (1910) y El abuelo del rey (1915) son otras obras importantes.

·         RAMÓN PÉREZ DE AYALA, cuyas  primeras cuatro novelas, Tinieblas en las cumbres (1907), A.M.D.G (1910), La pata de la raposa (1912) y Troteras y danzaderas (1913) tienen un marcado carácter autobiográfico. Relatan la crisis de conciencia individual, próxima a los tipos pasivos y existencialmente desorientados de las novelas de principios de siglo.
En los años veinte escribe novelas intelectuales como Belarmino y Apolonio (1921), Tigre Juan y El curandero de su honra (1926). Lo importante de estas novelas no es la trama sino las reflexiones diversas (filosóficas, literarias, estéticas...) que las acercan al ensayo. Predomina el tono reflexivo, la ironía y en cuanto a la técnica, el perspectivismo (contraste de varios puntos de vista).

·         RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA. La base de su producción literaria es la greguería, frase o apunte breve que encierra una pirueta verbal o una metáfora insólita: "Humorismo + Metáfora = Greguería". Como novelista, Ramón rompe los moldes del género: es el principal representante de la novela de vanguardia española: En sus obras cabe de todo. La más famosa es El torero Caracho (1927). No podemos olvidar El Novelista (1924), historia de un autor en busca de motivos para sus novelas y de imaginación. El doctor inverosímil (1921) narra la historia de un médico que cura por medio de extraños métodos.

III: LA NOVELA EN TORNO A 1927

Pedro Salinas escribió, ya antes de la guerra civil, un libro de relatos (Víspera del gozo (1926) y tras ella incluso una  novela. Citemos también entre los narradores del momento a Max Aub,  Benjamín Jarnés, Juan Chabás o Ramón J. Sender Por además habría que tener en cuenta a las mujeres narradoras, un tanto postergadas  por la crítica del momento, como María Teresa León (que antes del 39 contaba ya con varios libros de relatos) y Rosa Chacel, por citar sólo a las que escribieron narrativa.



[1] .A tener en cuenta para el comentario de texto: En El Árbol de la Ciencia recoge Baroja una síntesis filosófica encarnada en dos personajes, tío y sobrino:
·         Andrés representa el positivismo, la confianza en que el progreso de la ciencia terminará resolviendo también los problemas más profundos de la vida humana. La unión de razón y experiencia son armas suficientes para resolver el problema del mundo externo y alcanzar la verdad. Con el tiempo, la ciencia no sólo nos revelará las leyes matemáticas de la naturaleza sino también cuál puede ser el mejor orden social posible. Sin embargo, el problema insoluble del positivismo, presente en toda la obra de Pío Baroja y heredado directamente de Schopenhauer, es la contradiccion entre ciencia y vida. El conocimiento y las ideas son puro reflejo del mundo y antítesis de la vida y, por tanto, de la acción. La ciencia no servirá nunca para dar sentido a la vida del hombre u organizar un sistema político perfecto. La ciencia mata la vida.
·         Iturrioz, su tío, opta por el vitalismo en su vertiente nietzscheana: la abolición de los valores judeocristianos traerán consigo un nuevo tipo de hombre que frente al sinsentido de la vida no caiga en la desesperación sino, al contrario, se arme de valor, serenidad, y reposo, que arranque de sí “toda tendencia a la humildad, a la renunciación, a la tristeza, al engaño, a la rapacidad, al sentimentalismo…” Este nuevo hombre guarda cierto parecido con el superhombre de Nietzsche, especialmente en su crítica alnihilismo cristiano. Los cambios en España pasaban, según Baroja, por dejar atrás elcristianismo, la mediocridad y el caciquismo. En este sentido, las críticas de Nietzsche a la religión cristiana y sus teorías del superhombre le servirán a Baroja de inspiración en la tarea regeneracionista del 98.
El final trágico de la novela representa, evidentemente, el triunfo de Schopenhauer, del veneno nihilista que marca la personalidad de Andrés Hurtado y también de España, el tema de fondo en los autores de la generación del 98. Desde un punto de vista individual, Andrés Hurtado, idealista hasta la médula, ve en la muerte algo de consuelo: espacio y tiempo no están afuera, por tanto, el mundo no continuará tras su muerte. La muerte del individuo es también la muerte del Universo.


                                                 Shopenhauer                                     Nietzsche

La novela anterior a 1939 AQUÍ

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